sábado, 20 de noviembre de 2010

Biografia de Manuelita Saenz

Manuela Sáenz
Esposa del doctor J. Thorne, se convirtió en la amante de Bolívar en 1822, al que acompañó en todas sus campañas y al que, en una ocasión, salvó la vida en 1828, y le dieron el sobrenombre de la Libertadora del libertador. Si su condición de mujer ya lo hacía difícil, su estatus de amante del Libertador complicaba aún más las cosas. Nació en 1797 en Quito, ciudad por entonces de aires afrancesados, Era hija natural de Simon Saenz, comerciante español y realista, y de María Joaquina de Aizpuru, bella mujer hija de españoles de linaje, quien en el futuro tomaría partido por los rebeldes. Desde muy joven entró en contacto con una serie de acontecimientos que animarían su interés por la política. Quizá las circunstancias familiares llevaron a Manuela a optar por los revolucionarios: presenciaba desfiles de prisioneros desde la ventana de su casa. Por causa de las revueltas se tuvo que refugiar con su mama en la hacienda de Catahuando. Allí se convirtió en una gran amazona, mientras su madre le enseñaba a comportarse en sociedad y a manejar las artes del buen vestir, el bordado y la repostería. Tiempo después ambas regresaron a Quito, y la madre decidió internarla en el convento de monjas de Santa Catalina; tenía entonces diecisiete años. La fascinación de Manuela por la vida pública y su ímpetu rebelde la harían abandonar prontamente la clausura del convento. Colaboró activamente con las fuerzas libertadoras: llevaba y traía información, curaba a los enfermos y donaba víveres para los soldados. El 16 de junio de 1822, Simón Bolívar entró triunfalmente en la ciudad y, después de un cruce de miradas, fueron presentados en un baile en homenaje al Libertador. A partir de entonces mantendrían una relación pasional. Los compromisos del Libertador no impedían los encuentros amorosos, y mientras duraba la ausencia, Manuelita participaba activamente en la consolidación de la independencia del Ecuador. Bolívar le regaló un uniforme, que ella utilizaba a la hora de sofocar algún levantamiento. La muerte de su padre la motivó a regresar a Lima. Fue nombrada por Bolívar miembro del Estado Mayor del Ejército Libertador; peleó junto a Antonio Jose de Sucre en Ayacucho, siendo la única mujer que pasaría a la historia como heroína de esta batalla. Una vez aprobada la Constitución para las nuevas naciones, marchó a Bogotá junto al Libertador. Manuelita militaba activamente en el partido bolivariano y se encargaba de llevar los archivos del LibertadorDurante el día vestía de soldado y, junto a sus fieles esclavas de siempre, se dedicaba a patrullar la zona. Cuidaba las espaldas de Bolívar. El 25 de septiembre de 1828, gracias a su intuición, lo salvó de un atentado dirigido por Francisco de Paula de Santander, enfrentándose a los conspiradores mientras su protegido huía descolgándose por una ventana; a raíz de este acontecimiento Bolívar, de regreso a palacio, le dijo: "Eres la Libertadora del Libertador"Siete meses más tarde, al conocer la muerte de su amado por medio de una carta de Peroux de Lacroix, decidió suicidarse. Se dirigió a Guaduas, donde se hizo morder por una víbora, y fue salvada por los habitantes del lugar. Antes de la muerte del Libertador se levantó una ola de calumnias en su contra por parte de Santander, y Manuela decidió escribir, como forma de protesta, La Torre de Babel. Seguidamente, tuvo lugar la persecución de los colaboradores de Bolívar, que la consideraban peligrosa. Así, el 1 de enero de 1834, le ordenaron que abandonara la nación en un plazo de trece días. Mientras tanto, fue encerrada en la cárcel de mujeres y conducida en silla de manos hasta Funza, y de allí, a caballo, hasta el puerto de Cartagena con destino a Jamaica. Se contagio de una enfermedad que y de la que murió, ya pobre e inválida, a los 59 años de vida.


Bibliografias: http://www.biografiasyvidas.com/
Bibliografias de foto: http://www.google.com/

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